Me llamo Eduardo. Al parecer era un lunes normal, como siempre, pero había algo que no estaba bien, que no era común.
Estaba cansado de tener unos "amigos" que nunca estaban conmigo, no me comunicaba con nadie del curso; de pronto me veo solo en medio del patio, rodeado de gente hipócrita.
Al llegar a mi casa, aun pensando en el día que tuve en el colegio. Me siento a la mesa a comer, estoy solo en silencio, ya que no tengo a nadie a quien conversarle, estoy muy triste, prefiero dormir todo el día a seguir sintiéndome así, tengo mucha angustia. Cuando desperté me di cuenta de que estuve llorando mientras dormía, ya que tenia mis ojos húmedos.
Sentí la puerta y corrí a saludar a mi mamá, pero ella ni se percato de mi presencia, lo mismo ocurrió cada ves que llegaba un miembro de mi familia, me sentía un estorbo.
Ya han pasado 2 meses y sigo igual, sintiéndome igual, pero tengo el presentimiento de que las cosas van a cambiar.
Han pasado 2 semanas en las cuales mi mamá a estado extraña y hoy supe el motivo, voy a tener una hermana, estoy muy contento. Ahora todo es diferente mi familia esta mas unida, todos esperamos con ansias la llegada de mi hermanita.
Antes de saber de su existencia estuve a punto de cometer una locura, pero ella lo cambio todo, es quien me ayudo a salir de mi gran soledad.
FIN
Escrito por Ernestina
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